Estoy buscando un sentimiento, el cual al no tenerlo me sabe a pena. Valie me ayudaba a encontrarlo en tardes de lluvia. Sí, Valie; la que cada cierto tiempo me hace escribir.Somos tan diferentes, Valie es hermosa. Ella soy yo prisionera en una jaula, cobarde. Y yo soy ella volando sobre una nube de atardecer, valiente. Sí, por ella escribo, para encontar aquel sentimiento olvidado en algun lugar de ella y yo.
miércoles, 30 de julio de 2014
Existen momentos en la vida que son profundos y tristes, momentos en los que te preguntas el porqué de la situación. El día de hoy ocurre algo similar. Existe en el corazón y en su esencia un paradigma habitando ahí desde el inicio. Ese inicio, donde comenzó el juego, el problema, el regalo, la batalla, la vida. Es duro ver el tiempo pasar en frente de todos los deseos del corazón. Es difícil ver que cada día estás mas lejos de aquel inicio, los años se agotan, es difícil escuchar tus sueños y nadar entre tus deseos mas personales mientras todo eso ocurre. Es difícil mirar y visitar en el interior del pecho compuesto de humanidad. Esto se torna difícil luego de haber experimentado con la piel expuesta la verdad del mundo exterior. Cada humano cuenta con dos realidades, una que vive delicada, ideal y aveces ausente, en el interior del ser con vida, y otra forzosamente siempre afuera, excitando los sentidos, aveces influenciando al interior con sentimientos producto de experiencias no esperadas. Llegó la confusión. ¿qué es lo que se quiere? No sé si esta humana preferiría vivir solamente dentro de mí, donde la realidad es perfecta por que uno tiene el control total de ella. La realidad donde uno puede añadir, quitar, crear, tener cosas, personas, emociones, realidad. Creo que el mundo interior es perfectamente ideal, porque uno es dios, tomando el control y decidiendo los acontecimientos dentro de él. Me fascina la idea. Sin embargo, luego se presenta la realidad externa, que es incontrolable, impredecible, sorprendente y muchas veces trágica y maestra, donde hay seres como yo que no puedo manipular, y donde el dolor, tristeza, basura, y problemas existen. Ahí Dios vive. Y debo admitir que todo este tiempo que existí no sé de cuál realidad me enamoré más, ni a cuál odio, ni cuánto sé verdaderamente de estos dos mundos. A eso debo mi confusión, ambos son hermosos, y ambos distintos, y hasta ahora he vivido con los dos juntos. Pero en tiempo como este en el universo, no sé a cual prefiero, o con cuál me quedaría y a cuál destruiría. Tampoco sé si puedo complacerme y tomar aquella decisión, pero me gusta imaginar que sí. No me siento a gusto con los dos en mi existencia, sin embargo cuando pienso en ellos y en cuánto forman parte de mí, el pensar destruir a uno sería un suicidio. Ya tuve esta confusión antes, y siempre termino amándolos tanto que prefiero dejarlos como están, junto a mí, y así ver cuánto más disfrutamos juntos. Hay tantas alegrías y llanto que disfruté realmente con ellos que lo hace más difícil y confuso aún. Me atrevo a temer cuánto es que ellos son independientes o dependientes a mí. Es decir, dudo que no sean parte de mí, o que al contrario sean yo misma. Si es así, se puede concluir que me odio-amo demasiado que pretendo auto-destruirme o dejar de ser yo, desaparecer.
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